Y en su interior no hay sol, ni luna, ni dirección, a veces ni siquiera existe el tiempo. Allí solo hay una arena blanca y fina, como polvo de huesos danzando en lo alto del cielo.
Imagínate una tormenta como esta.
Kafka en la orilla
Haruki Murakami
Lanac.
2 comentarios:
Me encanta la foto de las vacas!!!
Preparados ya???
Para cuando una visitilla!!!
Me encantó el texto, me hice un viaje :) Muy bueno tu blog, un beso enorme.
Publicar un comentario